lunes, 14 de febrero de 2011

EL MOTÍN DE HAARLEM



El gran número de bajas hizo pensar a Fabrique de Toledo, hijo del duque de Alba, en la inutilidad de proseguir el sitio, pero cuando su padre se enteró le envió un mensaje:

si alzaba el campo sin rendir la plaza, no le tendría por hijo; que si moría en el asedio,
él iría en persona a reemplazarle, aunque estaba enfermo y en cama; y que si faltaban los dos, iría de España su madre a hacer en la guerra lo que no había tenido valor
o paciencia para hacer su hijo.


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