miércoles, 9 de febrero de 2011

Y MATARON A MANOLETE...

Un grupo neonazi planeó matar a Garzón en La Haya

El FBI descubrió el complot y dio aviso para desactivarlo en Holanda


Combat 18 (C-18), la organización neonazi de origen británico extendida por toda Europa y con asociados en Estados Unidos, planeó en julio pasado asesinar a Baltasar Garzón en su actual destino en la Corte Penal Internacional de La Haya (Holanda). El móvil era su investigación sobre los crímenes del franquismo, un asunto por el que el juez está procesado por presunta prevaricación.

El complot fue descubierto por la policía federal norteamericana, FBI, que alertó a Scotland Yard en Londres y estos a la policía española y holandesa. Hasta que pasó el peligro, el juez tuvo que permanecer en Madrid por indicación de la policía española.

La vigilancia a la que el FBI somete a los grupos neonazis armados que se presentan como enemigos de Estados Unidos y proclaman abiertamente la violencia permitió descubrir un grupo de e-mails emitidos por miembros de un grupo asociado a Combat 18 en Estados Unidos. En los mensajes, ordenaban a sus correligionarios británicos que se coordinaran con los holandeses para matar al juez Garzón. “Hay que liquidar al juez que está investigando los crímenes del franquismo”, decían algunos de los correos interceptados, valorados por el FBI como una amenaza en toda regla.

Los agentes norteamericanos se pusieron en contacto con los británicos, donde se encuentra la base principal de C-18, para alertarles del complot que desarrollaba en Holanda. Obviamente, el aviso se hizo extensivo a España y Holanda. Cuando la comunicación oficial del FBI llegó a España, coincidió casualmente con un fin de semana veraniego en el que el juez Garzón había viajado a Madrid con la intención de volar el domingo por la noche hacia Amsterdam para incorporarse de nuevo a su destino en La Haya.

El juez Garzón confirmó ayer por la tarde a La Vanguardia la amenaza, “de la que tuve noticia por la policía española”. El juez añadió que fue alertado desde Interior para que no regresara a Holanda hasta que se neutralizase la amenaza y que permaneciera en Madrid. Así lo hizo durante una semana. No obstante, el peligro no se acabó conjurar totalmente hasta septiembre.

Las autoridades holandesas no han querido explicar cómo se neutralizó el complot, que, según fuentes españolas, estaba en la fase técnicamente denominada de información. Los neonazis habían localizado la vivienda del juez y seguían sus costumbres con el fin, suponen, de buscar el momento para atentar contra su vida. El caso está cerrado, aunque ni norteamericanos, ni británicos, ni holandeses ni españoles quieren dar datos sobre cómo se averiguó el plan ni la fórmula utilizada para neutralizarlo. Fuentes de la Seguridad del Estado españolas esgrimen motivos de seguridad.

No es la primera vez que se intenta matar a Garzón, que cuenta con siete tentativas de asesinato. Tal vez el más significativo fue el de agosto del 2000 cuando ETA planificó matarle en su despacho de la Audiencia Nacional disparando con un rifle de mira telescópica desde un piso del número 25 de la calle Génova, donde vivía una pareja de avanzada edad. La policía lo abortó.

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