martes, 31 de enero de 2012

DE NOWGOROD A POSSAD

Guerra del corazón. Dios con espadas

de nieve; asalta las auroras frías;

torres del sueño, humanas agonías,

resisten en la tarde enamoradas.


Otra guerra secuestra las miradas,

que apenas ven, sobre la estepa inerte

sin flor ni roca: campos de muerte,

crudeza de las sendas reveladas.


Comandante Antonio Barrera. Augusto Ferrer-Dalmau

Desde la sangre al alma persevera,

-álamos de oro dulce, tierna rosa-

como en otoño azul, mi primavera.


Pero Tu voz, Señor, duele y acosa.

Ya escala el muro piedad severa,

toda la luz desierta y silenciosa.


Voljov (Boceto y cuadro terminado). Augusto Ferrer-Dalmau

Cieno en los pies y estrellas en la frente

Tristes, tristes aldeas de madera.

Un álamo. Gorriones. Ojos mansos

de larga esclavitud y pobre tierra.

Infinita la sed que ya no sabe

de sí, junto a este río que se hiela,

y, en frente, el fuego, al fin, enardecido,

con la muerte acostada en la ribera.


"Que en Rusia están". Augusto Ferrer-Dalmau

Cieno en los cuerpos, en las armas. Joven

el corazón lozanamente acecha.

Envolviéndonos triste, triste pueblo

que nada pierde porque nada espera,

gleba de Dios paciente en la llanura,

humildad resignada y sin promesa.


Con trigales, y fuentes, y montañas,

el soldado defiende su promesa

mientras abriga al corazón un barro

de compasión y de nostalgia eternas.


"El Volchow". Dionisio Ridruejo (1941)

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