domingo, 4 de marzo de 2012

EL CORDOBÉS QUE DEFENDIÓ BERLÍN

"Teníamos el deber contraído con todos los que habíamos visto sufrir y morir en Rusia de desoir las órdenes y amenazas del régimen y volver a la lucha. Que se hicieran las más duras advertencias, penas de cárcel incluídas, a quienes trataran de cruzar la frontera para ponerse a las órdenes de aquel gobierno extranjero que había dejado de ser aliado no era sino un acicate para nosotros. Nada más honroso para un soldado que irritar a los traidores por jugarse el pellejo para seguir en su puesto. Uno no termina nunca en la vida de saber dónde está su sitio. Pero si llegas a ver, y cada vez más claro, dónde no está. Y una de las cosas que tenía más clara era que mi sitio no estaba en aquella España mustia, lacaya y cobarde".

Lorenzo Ocaña Serrano era natural de Montoro (Córdoba) donde nació en el año 1915. De extracción humilde, trabajó como labrador y barbero.
Parece ser que tuvo una inicial atracción por ideas izquierdistas, sin embargo al comprobar las acciones que al comienzo de la Guerra Civil española estaban provocando grupos de ésta índole acabó combatiendo en una bandera de Falange.
Se alistó en la División Azul en julio de 1941 por milicias de Castellón ciudad ésta donde se encontraba destinado ya que despues de la Guerra Civil continuó como militar con el grado de Alférez. En el frente ruso fue herido leve en diciembre de 1941.
A su vuelta de Rusia y de acuerdo con otros ex-divisionarios pasó la frontera con Francia, junto con el Alférez La Puente, por el puerto de Port Bou. Según su ficha de la División Azul, que se encuentra en los archivos de Avila, cometió un desfalco antes de su salida de España. Este dinero lo envió a su familia pensando, probablemente, que nunca regresaría.
Se alistó en las SS en agosto de 1944. Formó parte del denominado "Batallón Fantasma", españoles alistados en el ejercito alemán contraviniento las órdenes de El Pardo. Engrosó las filas de la Unidad Ezquerra, defendiendo Berlín hasta su toma por las tropas aliadas. Fue capturado por los soviéticos en abril de 1945 e internado en diversos gulags durante 10 años donde, según palabras de Angel Salamanca, sufrió un aislamiento absoluto ya que los rusos no olvidaban su procedencia SS.
 Regresó a España a bordo del buque Semiramis. 
A su vuelta, solicitó el reingreso en las Fuerzas Armadas lo cual le fue denegado por sus "antecedentes". Asimismo fué sometido a juicio. El interrogatorio en el mismo se lo hizo el Coronel Joaquín Huidobro. No se le hicieron efectivas las 163.315 pesetas que le correspondían por los servicios prestados que debían ser computadas desde la fecha de su alistamiento en la División Azul.
Finalmente, se declaró el sobreseimiento de la causa. Por éste motivo, el Coronel Castillo consultó con el Sr. Ministro si se le podrían liquidar los haberes atrasados. De nuevo hubo negativa.
Resulta particularmente curioso que cuando los prisioneros cordobeses de la División Azul llegaron a Córdoba, todos recibieron honores menos él. Es más, ni siquiera aparecía en la relación de cordobeses repatriados.
Me contaba mi gran amigo Angel García que fue a visitarle una vez que llegó a Córdoba y que lo primero que le preguntó era que si todavía había "flechas".
Su primera casa en Córdoba fue en la calle Rey Heredia donde tambien vivió Ramón Cecilia Rey, otro de los prisioneros divisionarios que regresaron en el Semiramís.
Respecto a su vida posterior decir que consiguió trabajo en el Banco de España en su sede de Córdoba. Allí vivió en el Barrio de Lepanto. 
Se casó con Rosa María Morales Sandoval enviudándo y haciendolo en segundas nupcias con Ana Riejos Carrión. No tuvo hijos. 
Su última residencia fue en su piso de la Calle San Perfecto, 21. Murió en el Hospital de los Morales de Córdoba el 16 de diciembre de 1981 a causa de una enfermedad crónica pulmonar (traída de sus estancia en Rusia).
No dejó ningunas memorias escritas salvo, claro está, las que recoje el libro de Moisés Puente "Yo, muerto en Rusia", donde relata su cautiverio en la URSS.
Lorenzo Ocaña con el uniforme de las SS, tercero por la derecha
Gracias a la familia que vive hoy en día en la que fue su casa, he tenido la ocasión de buscar entre la documentación que dejó con la esperanza de encontrar algún escrito suyo pero lo único que he hallado han sido varios libros relacionados con la Segunda Guerra Mundial llamándome la atención uno que se titula " La Guerra se perdió en Suiza" así como una pintura donde aparece con el uniforme de Alférez de la División Azul.
 Sus restos mortales descansan en el cementerio de San Rafael donde también está enterrado otro "último de Berlín", Martín de Arrizubieta.
Ha sido una pena no pode localizar a un amigo de Lorenzo, divisionario también, que todas las Navidades le mandaba una felicitación y que vivía en la cordobesa calle de La Previsión. Seguramente nos podría haber aportado mucho más información de él, pero el tiempo es implacable.

NOTA: Agradezco la colaboración para la elaboración de ésta breve biografía a José Luis Rodríguez Jiménez y a Antonia, la mujer que cuidó a Ana Riejos en los últimos años de su vida.

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