Además, el motivo representado, aunque se le puede dar cualquier concepto ideológico, es muy interesante, porque plasma el adoctrinamiento que sufrimos. Unos bichejos de colores son conducidos por unos seres grises hacia un mundo oscurecido.
Pues ya decíamos antes que este grafiti había sido respetado durante años y nadie había pintado nada encima. Pues esto fue hasta hace poco que los tolerantes antitaurinos han ido pegando sus carteles (cutres, que todo hay que decirlo) encima del mural.
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